El sistema del Tarot se
caracteriza por su flexibilidad. Las posibilidades de combinaciones,
a los fines prácticos, son infinitas. No hay sistema simbólico tan
complejo y completo que pueda ofrecer semejante cantidad de
variaciones. Por lo tanto, el estudiante debe entender que no existe
una interpretación definitiva del Tarot, tal como no hay una
representación definitiva del Cosmos. Sus posibilidades
combinatorias lo transforman en una herramienta de análisis
inapreciable, capaz de abarcar la mayoría de los sistemas simbólicos
conocidos. La Tabla Natural de Saint Martin analiza, desde la
perspectiva teosófico/teúrgica, la esencia de cada pieza.
El Filósofo Desconocido en lugar de dar una interpretación especifica sobre como se relacionan los Arcanos, deja entrever en sus textos un sistema que conduce a múltiples lecturas. Se concibe a libertad interpretativa como una praxis de autoconocimiento. La intertextualidad entre la Tabla Natural y De los Números nos dice que no hay una única forma del aplicar los Arcanos a la vía íntima. La cosmogonía de los números es el esquema que permite generar las diversas combinaciones. Siguiendo estas reglas, el estudiante debe encontrar su propia forma de vincular los Números con los Arcanos. Se trata de un sistema abierto, cuyos preceptos generales se indican a través del proceso cosmogónico mismo.
El Filósofo Desconocido en lugar de dar una interpretación especifica sobre como se relacionan los Arcanos, deja entrever en sus textos un sistema que conduce a múltiples lecturas. Se concibe a libertad interpretativa como una praxis de autoconocimiento. La intertextualidad entre la Tabla Natural y De los Números nos dice que no hay una única forma del aplicar los Arcanos a la vía íntima. La cosmogonía de los números es el esquema que permite generar las diversas combinaciones. Siguiendo estas reglas, el estudiante debe encontrar su propia forma de vincular los Números con los Arcanos. Se trata de un sistema abierto, cuyos preceptos generales se indican a través del proceso cosmogónico mismo.
El Tarot es tan rico en posibilidades, que nos permite construir un sistema simbólico acorde a nuestras necesidades particulares de realización. Sin embargo, no es la finalidad de nuestra saga alcanzar semejante nivel de detalle. Nos proponemos, simplemente, reflexionar sobre ciertas vinculaciones en particular que nos permiten obtener conclusiones afines a la vía martinista. Estas combinaciones son sólo ejemplos, que nos sirven para comprender la naturaleza del trabajo que realiza el estudiante. Cada uno, debe buscar por sí mismo como obtener las respuestas a sus propias problemáticas. Hecha esta advertencia, pasamos a exponer una de las muchas síntesis posibles sobre los cinco primeros Arcanos.
Le Bateleur, como ya se
ha explicado, es el Demiurgo del Tarot. El se vale de cuatro
elementos o moldes, los que combina para Crear el Mundo de los Arcanos. En
la mano izquierda sostiene una vara, en la derecha una moneda y sobre
la mesa hay un cubilete y una pequeña daga con forma de espada.
Todos estos objetos salieron de su bolsa de trucos. Es bien conocido
que estos cuatro elementos en el simbolismo de la baraja son sus
palos: bastos, espadas, copas y oros. Cada uno de ellos tiene una
correspondencia con los elementos herméticos. El basto como
combustible es una alegoría del Fuego. La espada, se desplaza por el
Aire y lo hace silbar. La copa es el recipiente de los líquido, por
lo que se refiere al Agua. El oro, como todo metal, proviene de las
entrañas de la Tierra.
La manifestación más
pura de estos cuatro elementos que constituyen el Mundo se encuentran
en las primeras emanaciones de nuestro Bateleur. La Papisa está
asociada al elemento Tierra, ya que representa la naturaleza femenina
seca y fría. La Emperatriz, de naturaleza expansiva, es el elemento
fluido indispensable para activar la fertilidad y la vida,
por lo que simboliza el Agua. El Emperador, como conquistador se
vincula con las armas o espadas y se lo asocia con el Aire. Finalmente, El
Papa con su investidura espiritual y pura, representa el Fuego.
Una de las maneras de
vincular estos Arcanos es por medio de la cruz. El Demiurgo
ocupa el centro desde donde emanan los cuatro elementos. Sobre su
cabeza, que representa el Oriente, se encuentra el Emperador, que
corresponde al Aire. Desde el punto de vista de la teúrgia, es el lugar destinado al Arcángel Rafael. A los pies del Mago, se encuentra la
Emperatriz, que habita en el Occidente y cuyo elemento es el Agua.
Ella es la alegoría del Arcángel Gabriel. Estos dos Arcanos son los
emblemas de la Autoridad Terrestre. Uno masculino y otro femenino. En
el otro eje, a la derecha se encuentra la Papisa, que ocupa el
Septentrión y cuyo elemento es la Tierra y su Arcángel es Uriel. A
la izquierda del Mago se ubica el Papa, cuyo lugar es el Meridión,
su elemento el Fuego y su Arcángel Miguel. El Demiurgo esta parado frente a la Tierra de los Filósofos, que es la materia prima. Pero, su mirada se dirige hacia el Fuego Hermético, que es el Agente de la Obra. La función Activa del Fuego que purifica la Tierra es regulada por el Emperador y la Emperatriz. Por que el Aire aviva el Fuego, mientras que el Agua lo extingue. El Demiurgo opera sobre el Aire y el Agua para controlar indirectamente el régimen del Fuego con el fin de que éste transforme la Tierra.
Las
relaciones determinadas por la cruz, se consideran colaborativas. El eje entre el Emperador y la Emperatriz representa la Humedad de la
Obra. El Aire, caliente y húmedo, genera la lluvia, que da
lugar al Agua cuya característica es ser húmeda y fría. Los Elus Cohen consideraban que
el Aire no era más que Agua evaporada y que ambos constituían un
sólo elemento. El eje horizontal que es lo seco o ausencia de
humedad, representa el intercambio entre el Fuego y la Tierra. La acción del Fuego, caliente y seca, consume la vegetación y
deja descubierta la Tierra, que es fría y seca. El círculo exterior
revela las relaciones competitivas. El fuego consume al Aire. El Aire
seca y erosiona la Tierra. La Tierra contiene al Agua y el Agua apaga
el Fuego. La cruz circunscrita en el círculo representa la acción
Creadora, que consiste en el equilibrio entre las
relaciones colaborativas y las competitivas. Expansión y Contracción, que permiten equilibrar los cuatro elementos emanados por el Bateleur.
La función del Demiurgo es mantener los elementos en una armonía
dinámica. Estos cinco Arcanos, conforman la primera esfera
de la emanación del Mundo, o la Retorta Filosófica.
Frederik
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Síntesis de los cinco primeros Arcanos - Arcanos del Tarot VI - Serie Simbólica 23 por Sociedad de Estudios Martinistas se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial 4.0 Internacional.
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