martes, 29 de julio de 2014

El Ser Íntimo - Serie Breve 18



El carácter íntimo del martinismo lo distingue de otras vías cristianas. El Cristianismo Interno nos propone la búsqueda de un Cristo Interno, dentro de un Ser Interno. La búsqueda íntima no sólo significa que debemos mirar hacia adentro. También, nos conduce hacia lo cardíaco. O sea, hacia el centro del Hombre. Para el martinismo, éste centro es insondable. Él atesora el secreto de que lo individual no puede existir por fuera de lo Colectivo. Está formado por la intersección de numerosos caminos que no sólo provienen de todos las regiones de nuestro ser caído. También, llegan a él aquellos senderos que nos conectan con otros planos y con otras jerarquías. En el cardias se encuentra la Jerusalem Celeste. Todos las rutas del Universo confluyen en esta mística ciudad sagrada. Urbe arquetípica, sin límites temporales ni geográficos en donde reina la Sabiduría Divina.

viernes, 25 de julio de 2014

Los Hombres Simbólicos en el Martinismo - Serie Simbólica 18

(V. El Hombre-Espíritu)

 

Cierto es que el hombre nuevo representa a quien ha renacido en el espíritu de Dios, y que por ello puede también ser llamado Hombre Espiritual. Sin embargo L. C. de Saint Martin ha descrito ciertas diferencias entre estas denominaciones, queriendo con ello marcar las dos etapas importantes que este nuevo ser viene a completar hasta su mismo fin. Porque el hombre nuevo trae nuevamente la vida espiritual al alma humana, y por ella todo nuestro ser se ve íntegramente renovado en su naturaleza, a causa de este nuevo sol que todo lo vivifica.

Pero como anteriormente se hubo anticipado, este nacimiento o novedad en el hombre, no es el fin último al cual nos dirigimos. Porque nada existe espiritualmente sino para desarrollar y llevar adelante aquello que le es propio de acuerdo a los dones recibidos. Entonces deberíamos preguntarnos ¿Cuál ha de ser la finalidad por la cual el hombre busca su regeneración, y cuál el sentido de la nueva vida?, finalmente ¿Qué será aquello que este espíritu quiere revelar en nosotros?

lunes, 21 de julio de 2014

El Macrocosmos como síntesis de la Armonía Universal - Serie Breve 17




Los textos esotéricos son escritos bajo un doble discurso que propicia las múltiples interpretaciones simbólicas. Ellas son la esencia críptica y oculta de la sabiduría que encierran estas obras. Esta técnica de escritura provoca que el neófito se pierda rápidamente siguiendo un camino interpretativo equivocado. Dentro del casi infinito acervo de bifurcaciones simbólicas y literarias con que cuentan los escritores, encontramos un continuum denominado microcosmos/macrocosmos. Cuestión que conviene estudiar por estar estrechamente vinculada al teurgismo íntimo martinista.

lunes, 14 de julio de 2014

Los Hombres Simbólicos en el Martinismo - Serie Simbólica 17

(IV. El Hombre Nuevo)




Cuando el Hombre de Deseo haya sido completamente consumido en su propio ardor, todo lo que era dejará de ser. No habrá más una llave y una puerta por abrirse, sino que él sentirá haber entrado a un mundo nuevo.

Se abre paso a la vida, y con ella todo el amor y la sensibilidad que vivifica. Este hombre se siente renacer en su propia primavera, observando cómo aquello escondido dentro de la corteza del viejo hombre es ahora revelado en un primer brote que, mediante las raíces de su deseo, logró finalmente abrirse paso hacia la luz.

¡Ha nacido el Niño! se oirá por derredor, ¡Ha nacido un Hombre Nuevo! Símbolo que ha nacido la luz y la vida en medio de la humanidad caída como promesa de salvación.

martes, 8 de julio de 2014

El sacrificio - Serie Breve 16



El carácter sacrificial del cristianismo es expresado, por lo común, mediante el martirio del via crucis. Episodio que se desencadena luego de que Poncio Pilatos entrega al Reparador a la multitud hostil que sellará su cruento destino. Esta escena del evangelio, conocida como Ecce Homo, es la sentencia del juicio. La consecuencia fatal de la condena alentada por la soberbia del hombre caído. Podría decirse que toda injusticia se origina, cuando estando frente a la Verdad, no somos capaces de reconocerla y aceptarla. Entonces, Ecce Homo debe ser considerado un estado de humillación del justo mientras la ignorancia parece triunfar sobre la Verdad. El Filósofo Desconocido toma ésta imagen evangélica como síntesis de la vejación a la que el hombre caído se somete a sí mismo en éste plano. Reflexionar sobre los acontecimientos previos al via crucis puede revelarnos algunos aspectos del misterio del sacrificio.

viernes, 4 de julio de 2014

El Microcosmos - Serie Simbólica 16




Pero vosotros sois el cuerpo de Cristo y cada uno de vosotros uno de sus miembros.” (Cor. 12, 27)

En el esoterismo la forma humana es la representación del miscrocosmos. El hombre primordial, creado a imagen y semejanza, establece la relación arquetípica entre el universo y el cuerpo humano. Son variados los sistemas de correspondencias que derivan de esta analogía, tal como los que establecen vinculaciones entre los órganos, los metales y las luminarias celestes. La Tabla Esmeralda, texto de la tradición hermética, anuncia también la afinidad entre macro y microcosmos.

El martinismo, como vía íntima, opera microcosmicamente. Es decir, que el trabajo del martinista es interno. Conviene entender que el cuerpo físico no es el microcosmos en sí mismo, sino su signo sensible. La misma idea de cuerpo, que proviene del latín corpus, pone en evidencia algunos aspectos que los esoteristas han pretendido señalar por este símbolo. El cuerpo es, ante todo, una unidad conformada por un conjunto de cosas. Puede ser, tanto una serie de órganos, de células, como un colectivo constituido por un grupo de personas. Un cuerpo, además, posee límites que lo diferencia como una unidad en sí mismo. La naturaleza colectiva del cuerpo y el establecimiento de sus límites son características vinculadas a la realización esotérica.