jueves, 29 de mayo de 2014

El Oratorio - Serie breve 11



Habiendo explicado en otro artículo la operatividad martinista de forma general, corresponde ahora ocuparnos de lo individual. Para ello, debemos adentrarnos en el oratorio, que es para el martinista su lugar de trabajo. Es en éste recinto íntimo, donde se presentarán todas las etapas de la vía. Allí se define la eficacia del martinismo. No se puede ser martinista sino no se practica en el oratorio. Porque los medios de la realización espiritual se operan en él. El oratorio es algo íntimo y secreto. Resulta personalísimo. En él se develan los misterios. Es el templo de los mitos y leyendas. Todas las alegorías sobre el lugar sagrado y el eje del mundo, le hablan al martinista de su oratorio.

Los trabajos colectivos en el martinismo constituyen el soporte para la instrucción, las iniciaciones y el refuerzo de la cadena de unión. Tienen su importancia, sobre todo, para la transmisión de la iniciación. Ya que se requieren al menos dos personas: el maestro y el discípulo. La iniciación se otorga de manera presencial. Sin embargo, en algunas corrientes hay rituales para autoiniciarse, cuando no se puede acceder a una trasmisión de boca a oído  Esto es más bien la excepción, porque la mayoría de los grupos exigen la iniciación cara a cara y sólo reconocen a los iniciados que así la han recibido.

martes, 27 de mayo de 2014

Los Hombres Simbólicos en el Martinismo - Serie Simbólica 11

(II. El Hombre del Torrente)

 

 

La mirada que Saint Martin brinda sobre el hombre, tal como lo expresa en su libro Ecce Homo, aporta a nuestros pensamientos un claro paisaje de nuestra condición humana. De hecho, con este título, lo define con todas sus miserias y carencias particulares. Reflejando por un lado el verdadero estado en el que la humanidad se haya en este mundo, mientras que al mismo tiempo, y por defecto, retrata a cada miembro de esta misma humanidad como un ser inconsciente de su realidad y verdadero destino, al encontrarse apartado y moribundo de su vida espiritual.

Así, en tanto el hombre se encuentre únicamente vivo en su mortandad, llevado de un lado hacia el otro por las pasiones y torbellinos de su pensamiento, no podrá más que experimentarlo todo según las formas y las manifestaciones exteriores. Aquellas que se formulan en un constante y eterno cambio.

viernes, 23 de mayo de 2014

Acerca de la Operatividad - Serie Breve 10




Las diversas escuelas martinistas difieren en varias cuestiones. Pero, estas distinciones no tienen sus raíces en las especulaciones ni en los libros. Sino, en las distintas formas de implementar la praxis para obtener la Regeneración.
El martinismo plantea que existen múltiples caminos para alcanzar la Regeneración de la vía íntima. Como ella es un estado de conciencia metafísico, es imposible encerrar en una instrucción, o en fórmula ritual, la manera de despertarlo. El problema que un iniciado debe afrontar es a la vez único y universal. Único, porque cada individuo afronta una situación interna irrepetible. Universal, porque la raíz metafísica del problema es en realidad Colectiva. La práctica conduce a una experiencia íntima e inefable para cada estudiante. Al ser tan personal, a la hora de trasmitirla a otros existen ciertas limitaciones. Si hablamos de compartir los resultados entre los diferentes grupos, las dificultades son aún mayores. 


martes, 20 de mayo de 2014

Los Hombres Simbólicos en el Martinismo - Serie Simbólica 10

(I. Introducción)

 



Como ya se ha venido mencionando en esta Serie, el hombre es un ser único que se encuentra dividido en sí mismo. Aunque lo diviso no es en su esencia, sino en su consciencia.

En la historia humana, esta temática se ha tratado de innumerables formas y bajo diversas maneras. Tal vez muchas de ellas no lo expongan tan directamente, o con tanta claridad, y por ello quede como escondido ante la mirada superficial y analítica de los hombres.

jueves, 15 de mayo de 2014

I.N.R.I. - Serie Breve 9



Intentar definir el martinismo nos lleva a considerar varios aspectos. Una manera sencilla de hacerlo es apelar a su  esencia operativa. Entonces, podemos afirmar que se trata de una disciplina, gracias a la cual, se va despertando una serie de habilidades ancestrales de la humanidad, que nos permiten viajar por el mundo espiritual. Este viaje, es siempre hacia adentro. Pero de tanto avanzar hacia las profundidades de nuestro ser, se alcanzan regiones que tienen una conexión especial. Son lugares mágicos, para ser mas exactos,  sagrados, que nos permiten ir mas allá de los limites de nuestra individualidad. Así, encontramos estas maravillosas puertas que unen el adentro y el afuera. Que son capaces de mostrarnos el infinito desde nuestra pequeña e ínfima posición en el universo. El martinismo es un permanente descubrimiento del Universo y de Dios a través del Sí mismo. Cuando parece que se alcanza un limite para la experiencia, entonces nos surge un movimiento inesperado e inexplicable, que nos trae a la conciencia la búsqueda de una nueva frontera, porque acabamos de franquear, casi sin advertirlo, el limite que habíamos encontrado. Marchamos por el camino espiritual de la mano de la meditación y de la oración. La primera contemplativa y gnostica; la segunda regeneradora y teúrgica.

miércoles, 14 de mayo de 2014

El simbolismo de la Serpiente – Serie Simbólica 9

 

Dentro de los símbolos más significativos en las tradiciones del mundo la serpiente posee un papel innegablemente importante, juegue representativamente tanto un papel benévolo como maléfico. Repasemos con brevedad lo que la vía cristiana ve representado en ella, y lo que a su respecto ha descrito Louis Claude de Saint Martin.

En su libro Tabla Natural expresó: “La palabra Hebrea nahash, de donde es tomada la palabra serpiente, significa encanto o encantamiento... Y esta misma serpiente, este animal desproporcionado, este ser sin armadura, sin caparazón, sin plumas, sin cabellera, sin pies, sin manos, sin aletas, tiene todo el poder en su boca, un poder que es veneno, muerte, corrupción.  La serpiente se mueve con los signos analógicos y físicos de la seducción, a la cual el pensamiento del hombre es susceptible.

viernes, 9 de mayo de 2014

La Meditación en el Martinismo - Serie Breve 8



A veces asombra a algunos buscadores el hecho que parte importante de las líneas martinistas utilicen el recurso de la meditación como un medio de trabajo genuino. Probablemente esto suceda por variadas razones que, tanto tienden a tipificar ideas como a construir conceptos supuestos al respecto, y que no siempre concuerdan ni se ajustan al destino particularmente empleado.

Por otra parte, no suele ser común el asociar la vía cristiana con la meditación, y sí en cambio con la oración, en su orientación más generalizada.


Permítasenos entonces apuntar brevemente algunas ideas básicas a este respecto, intentando brindar un primer acercamiento a esta cuestión.

miércoles, 7 de mayo de 2014

Arcanos Mayores del Tarot – II. La Sacerdotisa – Serie Simbólica 8



Continuamos explorando el simbolismo de los denominados Arcanos Mayores del Tarot. En ésta ocasión, nos ocupa la segunda carta, denominada La Papesse. No hay que olvidar que éste es el primer truco del acto del Mago del Primer Arcano. Por lo tanto, debemos contemplar esta carta como la obra de éste demiurgo que actúa como causa aparente de todo lo creado.
   
La Papesse, es una sacerdotisa suprema. Ella es el reflejo pasivo de su demiurgo. Así, el Mago, es un hombre que se encuentra de pie, mientras que la carta II es representada por una mujer sentada. Nuestra papisa esta delante de dos columnas que son la alegoría del binario. Es la lucha de los opuestos complementarios. Sin embargo, el binario está cubierto por una tela, que trata de ocultar la dualidad, pero que no logra hacerlo del todo, porque se ve una de las columnas por debajo de la misma. La papisa sostiene sobre la falda un libro abierto. Él es el símbolo del conocimiento sensible, que se obtiene por la observación del mundo material. Si estuviera cerrado, nos hablaría del saber oculto. Finalmente, otro detalle importante, es que la mitra de la papisa está constituida por tres coronas, que simbolizan su poder.

viernes, 2 de mayo de 2014

Los Ríos del Martinismo - Serie Breve 7



El martinismo, como corriente espiritual cristiana, llega a nosotros gracias a los textos, a los oídos y a las bocas que han escuchado y repetido sus misterios más profundos. Tal como el agua, que se abre paso desde la montaña al mar, transitando diferentes geografías y tomando distintos rumbos y formas, sin dejar jamás de ser agua. Lo mismo sucede con la corriente espiritual martinista, que adquiere ciertas características de acuerdo al escenario histórico y cultural por el que marcha, sin dejar de ser nunca martinista. Porque todas estas vertientes llevan en sí mismas el germen de la Regeneración de Saint Martin. Aunque, cada una tiene una manera particular de abordarla. En las corrientes del martinismo encontramos bifurcaciones que rodean grandes escollos; perezosos y silenciosos arroyos de llanura; poderosos causes de aguas profundas y turbulentas; y, por supuesto, muchas corrientes subterráneas que avanzan ocultas, por debajo de la superficie de la historia.

Estas numerosas líneas hacen del martinismo un fenómeno sumamente complejo. Encontramos órdenes grandes, medianas y pequeñas. Pero también, hay una importante cantidad de martinistas solitarios o que pertenecen a grupos libres. Por lo general, estos grupos se conforman de un número reducido de estudiantes e investigadores. Algunos estiman que cerca de la mitad de los martinistas del mundo no pertenecen a las grandes órdenes. Aunque, la mayoría, han pertenecido a alguna de ellas, al menos una vez. Las estructuras libres, son típicas de las formas martinistas. Las corrientes independientes son igual de respetadas que las grandes órdenes. Ya que su tradición se basa en que Saint Martin jamás fundó orden alguna. Por lo tanto, las órdenes son una introducción posterior, que no resultan necesarias a la vía. El no pertenecer a una orden, no modifica en nada la validez de los trabajos del iniciado, siempre y cuando haya recibido su iniciación en la forma aceptada por sus pares.