Preludio mínimo al estudio del Tarot
Como hemos demostrado en
el quinto escrito de la serie, los símbolos no son religiosos o
esotéricos. Sino, que es el observador el que da éstas categorías
– y otras muchas - a las interpretaciones que realiza. Todo símbolo
es de origen metafísico y, por lo tanto, es susceptible de ser
interpretado según las diferentes nociones al que el estado de
conciencia del observador sea capaz de acceder. El símbolo es un
puente entre dos mundos. Analizar los símbolos, incluso aquellos que
no consideramos habitualmente, nos puede permitir acceder a Verdades
Superiores.
El desarrollo de la
Serie, nos lleva a adentrarnos cada vez más por los caminos del bosque simbólico martinista. En esta ocasión, nos acercamos al Tarot. Muchos han
definido al Tarot como un oráculo. Sin embargo, hay que ir más allá
de sus aplicaciones bajas vinculadas con la mancia, para ver en él
un contenido mas profundo y esencial, que puede ser muy útil para
todo estudiante de la vía íntima. Podemos afirmar que el Tarot,
constituye en verdad un fondo simbólico que expresa una completa y
elaborada concepción metafísica. No escasean los martinistas que
han trabajado y recomendado el estudio de esta herramienta.
Encontramos entre ellos a grandes maestros que han dedicado obras
completas a explicar y dilucidar el sistema del Tarot.